PCI-32765 Life-Styles From The Rich And Notorious
Actualmente se encuentra aprobada para su uso en M��xico una vacuna formulada con tres serotipos adicionales a los presentes en la PCV-7 (1, 5 y 7F), denominada vacuna neumoc��cica conjugada 10-valente (PCV-10 por sus siglas en ingl��s �� PHID-CV, de Pneumococcal non-typeable Haemophilus Influenzae Protein D conjugate Vaccine), cuya cobertura serot��pica en ENI en M��xico es del 63% [12]?and?[13]. Se ha desarrollado una nueva vacuna en la que se encuentran los serotipos de la PCV-10, m��s los serotipos 3, 6A y 19A (vacuna neumoc��cica conjugada 13-valente o PCV-13, por sus siglas en ingl��s), cuya cobertura serot��pica en ENI en M��xico es del 77% [13]. Para el contexto mexicano se ha generado evidencia del impacto econ��mico y en salud p��blica de la inmunizaci��n basada en la PCV-7 vs no PCI-32765 supplier vacunar [14], de las consecuencias del uso de la PCV-13 vs la PCV-7 [15]?and?[16] y de la comparaci��n de la PCV-13 vs la PCV-10 [16]. Con el fin de apoyar el proceso de toma de decisiones, es necesario contar con m��s informaci��n acerca del impacto en salud p��blica y los costos que tendr��an M��xico programas de inmunizaci��n universal basados en cada una de las vacunas neumoc��cicas conjugadas. El objetivo de este estudio fue estimar el costo-efectividad y costo-utilidad de la inmunizaci��n basada en la PCV-7, la PCV-10 y la PCV-13 respecto de no vacunar, en una cohorte de ni?os mexicanos PARP activation cohorte y desde la perspectiva del sistema p��blico de salud en M��xico. Se desarroll�� un modelo tipo ��rbol de decisi��n para estimar el costo-efectividad y el costo-utilidad de estrategias de inmunizaci��n infantil contra S. pneumoniae. El modelo refleja los posibles desenlaces cl��nicos de la infecci��n por S. pneumoniae en ni?os, tales como bacteriemia y meningitis, as�� como neumon��a (con atenci��n Thalidomide hospitalaria y con atenci��n ambulatoria) y OM asociadas a todas las causas. Los pacientes que contraen bacteriemia o meningitis pueden desarrollar secuelas (deterioro neurol��gico o sordera), lo que reduce su calidad de vida (Fig. 1). Una cohorte de 3.793.867 ni?os (poblaci��n